Uno de la tradiciones más importantes del la arquitectura
es la conversión de las fábricas antiguas en empresas nuevas. Debido a su
historia de fabricación y subsiguiente urbanización, Barcelona ha tenido muchos
fábricas y almacenes abandonados. En vez de destruirlas, muchas veces la ciudad
opta por transformarlos en espacios que se mantengan fiel a el propósito
original de los edificios.
Un ejemplo de obras así es el distrito de
22@. Hace unas décadas, el 22@ (o 22a como era llamado en los años previos) era
una aérea de fabricación. Con la época de información Barcelona dejo de
enfocarse en la fabricación y los edificios fueron abandonados. En 2000 el plan
del 22@, un distrito de la tecnología, empezó a convertir los edificios a
oficinas de la tecnología y creatividad. Un caso de esto es el edificio que se
llama Hangar. Hoy en día, en vez de ser espacio muerto, es un espacio para
artistas y post-producción.
Se aprovecha de las estructuras existentes para crear un ambiente abierta para la colaboración. Los techos altos y ventanas grandes abren el espacio.
Por lo contrario, en Los Angeles, es difícil encontrar una fabrica abandonada que no ha sido destruida para construir edificios completamente nuevos. De hecho, no pude encontrar un ejemplo. Además muchos de los espacios para la creatividad son de lujo y más nuevos.
Por lo general Los Angeles quiere cosas nuevas en vez de preservar las cosas viejas. Esto es otro ejemplo.