La costa de Cartagena (Murcia) se ha caracterizado a
lo largo de la historia por ser un enclave estratégico para la defensa militar
de la ciudad.
Formada por una dársena natural rodeada de montañas,
numerosos castillos, baterías, torres y murallas se disgregan a lo largo de
éstas, construyendo la fortificación de Cartagena.
Fortificaciones de Cartagena |
Durante la Guerra Civil, Cartagena fue un importante
centro militar de la retaguardia republicana, sufriendo numerosos bombardeos
por parte de la aviación franquista.
Ante los ataques aéreos, en primer lugar se
observaba el cielo y aparatos que captaban el ruido de aviones, seguido de una
sirena de aviso que alertaba a la población, desde el Castillo de la
Concepción, y finalmente, se llevaba a cabo una respuesta militar mediante
ametralladoras situadas en las baterías de la costa.
Batería de la Parajola |
En total, Cartagena conserva una treintena de baterías
militares; Castillo de Galeras, C. de la Atalaya, C. de San Julián, la Torre
del Moro, el C. de la Concepción, el C. de los Moros, la Torre de Navidad, el
C. de Despeñaperros, la Muralla de Carlos III, la batería de Roldán, la batería
de Aguilones, de Jorel, de la Chapa, de la Parajola, del comandante Arroyo, de
Sierra Gorda, de Castillitos, del Atalayón, de San Isidro, del General Ordóñez,
de Sta Ana, de S. Fulgencio, de las Cenizas, de S. Juan de la Podadera, de
Trincabotijas, de Costera de Fajardo, de Conejo, de Cabo Negrete, de la Loma
Larga, y de S. Leandro.
Batería de Santa Ana |
Se dispusieron tres tipos de cañones en estas baterías;
Vickers de 105/45 AA (en Atalayón, Roldán, Conejos, Cabo Negrete y Sierra
Gorda), Vickers de 15,24/45 (en Jorel, Aguilones, Parajola y la Chapa), y Vickers de 381/45 (en Castillitos y Cenizas).
Vickers 105/45 |
Vickers 15,24/45 |
Vickers 381/45 |