Montjuic es un
lugar que se puede comparar a aquella zona de Milán dónde encontramos el “parco
Sempione, Castello Sforzesco, la Trienalle di Milano” y la “Arena Civica”, una
zona que se encuentra cerca del centro de la ciudad.
La primera cosa que
tienen en común ambas áreas, es la presencia de un castillo: el “Castello Sforzesco”,
en Milán, es uno de los monumentos símbolo de la ciudad, construido como fortificación,
que más tarde se convertirá en una residencia
ducal y caserna militar. Por contra, el Castillo de Monjuic en Barcelona, se
construye como torre de vigilancia y, no será hasta el año 1694, cuando se
convierta en verdadero castillo. En el año 1890 pasará a tener la función de
prisión militar.
Hoy en día, ambos
castillos comparten la misma suerte siendo sede de museo de sus respectivas
ciudades, a pesar de que el contenido de ambos sea totalmente distinto. El de
Milán contiene importantes colecciones como por ejemplo: el Museo Arqueológico,
la última escultura de Miguel Ángel (La
piedad de Rondanini) y el Códice
Trivulziano de Leonardo Da Vinci, mientras que el de Barcelona es,
simplemente, un Museo Militar.
"Castello Sforzesco", siglo XVI |
"Castello Sforzesco" |
Castillo de Montjuic |
Otra cosa
que los dos sitios tienen en común es la presencia del agua: delante del castillo está la famosa fuente circular así como en Montjuic está la fuente mágica, dos sitios muy atractivos de las dos ciudades.
Así pues, ambos
sitios, históricamente, han sido lugar estratégico de defensa y más adelante,
en la modernidad, se han aprovechado funcionalmente como lugar de
representación cultural y deportiva de sus ciudades. Ejemplos de lo que
acabamos de decir son: el Estadio Olímpico Lluis Companys –construido para las
olimpiadas del 92 en Barcelona- así como la “Arena Civica Gianni Brena” de
Milán, que se construyó como estadio polideportivo en 1807 por Napoleón.
Decimos que ambos
son lugares de espacio cultural, puesto que se construyeron Palacios para
albergar eventos artísticos. En Barcelona encontramos el Palau Nacional, que es
la sede del Museu d’art de Catalunya, inaugurado con ocasión de la Exposición universal
del 1929. En Milán, encontramos la “Triennale”, una institución cultural
internacional que organiza muestras, eventos y conferencias de arte y
arquitectura.
También es curioso
que ambos lugares posean una torre proyectada por dos arquitectos importantes
para dos ocasiones significativas de estas ciudades. En la de Barcelona, la
torre de telecomunicaciones de Montjuic, obra de Calatrava, fue construida con
ocasión de las olimpiadas. En cambio la Torre Branca, obra de Gio Ponti, fue
inaugurada en el 1933 con ocasión de la quinta “Triennale di Milano”.
Así pues, el “parco
Sempione” es un parque de estilo inglés con una rica población de árboles y
arbustos con numerosos espacios de recreo para las familias, al igual que el
parque Monjuic. Una diferencia sustancial se encuentra en el hecho de que el
parque “Sempione” se encuentra dentro de la ciudad, completamente recinto cual
jardín y sin los desniveles del Montjuic. De hecho, éste último posee las
características de bosque y selva, que me han dado la sensación de no
encontrarme en la ciudad al estar inmersa en la naturaleza, sensación imposible
de revivir en la ciudad de Milán.