divendres, 5 d’octubre del 2012

Mi ciudad_Barcelona






Barcelona es una ciudad mediterránea nacida en el Imperio Romano. Tras superar sus murallas en repetidas ocasiones, la transformación más importante y con la que pasa a ser metrópolis tiene lugar tras la aprobación del gobierno central del plan de ensanche de Ildefonso Cerdá que comenzará en 1860, y que en 1897 ya integra diversas poblaciones vecinas.
Este plan se caracteriza por manzanas cuadradas con chaflán de 113 metros, calles de 20 metros dispuestas en una trama ortogonal 45 grados giradas respecto la orientación Norte-Sur.

El plan se lleva a cabo finalmente con algunas variaciones, de las cuales la más importante es la sobredensificación (que tendrá lugar especialmente durante el Franquismo). Esta ciudad moderna crecerá discontínuamente ligada a acontecimientos relacionados con la ciudad como Exposiciones Universales, la Democracia (actuando y creando en pequeña escala plazas y renovando rincones, con la doctrina de Solá-Morales al frente), las Olimpiadas de 1992 (los 3 cinturones o rondas especialmente), y el Fórum de las Culturas 2004 –que resolverá la llegada al mar de la Diagonal-.

Sus tejidos son muy variados, y el viario se caracteriza por 4 grandes avenidas (Diagonal, Gran Vía, Meridiana, Paral·lel) que vertebran el tráfico tomando direcciones distintas a las de la trama Cerdá. Para evitar parte del tráfico rodado en el interior de la ciudad, se cuenta con la gran ayuda de las rondas (“de Dalt”, “Litoral”, y “del Mig”), que permiten una circulación contínua y rápida, y cuyas secciones se tratan con especial sensibilidad en función de los casos concretos.

Los parques no son el punto fuerte de la ciudad: exceptuando la Ciutadella, el futuro parque lineal de la Sagrera, y los que aparecen ligados a los accidentes topográficos en Montjuïc, els 3 Turons, y en la sierra de Collcerola, los demás son bastante escasos y de dimensiones reducidas en relación con la densidad y tamaño de la ciudad.

El puerto deportivo se exhibe a la ciudad, mientras que su puerto comercial queda bastante oculto tras la montaña de Montjuïc, muy bien conectado con el Aeropuerto, posibilitando que Barcelona sea comercialmente capital del Mediterráneo.

Su situación geográfica entre dos ríos, el mar, y la sierra de Collserola, hacen que la ciudad de 1.600.000 habitantes renuncie a crecer, para formar parte de una red metropolitana mayor de 4.000.000 de personas aprox.

Asignaturas pendientes: A pesar de ser una ciudad muy “humanizada” tras las últimas actuaciones, Barcelona se favorecería de menor tránsito rodado: existen zonas en donde los niveles de ruido, contaminación visual, y ambiental no son los ideales. Ganar más zonas verdes es clave para mantener densidades altas mejorando la calidad de vida de los habitantes, así como continuar con la buena actitud de deszonificación, nodos de actividad, y espacio público de calidad.

Edificio ejemplar: Viviendas en la calle Sebastián Bach de J.A. Coderch.