Karlsruhe es una cuidad barroca que está
situada en el sur de Alemania junto al río Rhín y de la frontera con Francia.
Fue diseñada en el año 1715 por el margrave Karl-Wilhelm de Baden-Durlach, que
soñaba de un palacio rumboso como si el sol estuviera ubicado en el centro de
su residencia con las calles parecidas a los rayos del sol. Por tanto Karlsruhe
fue concebida sobre un tablero con el nombre derivado de su propio “El reposo
de Karl (Carlos)”.
El palacio barocco simpoliza el punto central de
la cuidad y la divide en dos partes. La primera, del castillo hasta el Sur, de
donde las avenidas irradian con calles concentricas. Despues, una segunda parte,
en el Norte detras del palacio, recuvierta por el jardín residencial. Su imagen
era ser rodeado de su población abajo en un lado y de jardínes y bosques arriba
en otro lado. Este modelo de la cuidad muestra claramente el poder del soberano. Hasta hoy Karlsruhe se llama también
“la cuidad abanico”.
Además la plaza “Marktplatz” (la plaza del mercado),
concebida por el arquitecto Friedrich Weinbrenner del movimiento del clasicismo
durante su periodo como arquitecto residencial de la cuidad del año 1800 a 1826,
predomina el plan de la Karlsruhe. La plaza Marktplatz es una plaza con
caractér monumental donde se alzan el ayuntamiento, la iglesia evangélica
principal y una pirámide del tipo faraónica, bajo de que se encuentran los
restos del fundador margrave Karl-Wilhelm.