Sección Napoli Sotterrane |
La Nápoles de la luz y la oscuridad.
Existen dos Nápoles, la
que todo el mundo conoce y ve a pie de calle y otra, que se mueve a 40 metros
por debajo de ella, articulada a través de una red de galerías y espacios con
alturas comprendidas entre 2 y 25 metros y una longitud total de mas cientos de kilómetros (en toda la superficie del municipio Napolitano). El vacío que
encontramos en el subsuelo, representa la “memoria” de la ciudad que tenemos en
superficie. Estos espacios, antes de su recalificación actual, fueron utilizados, a lo largo de su historia, como canteras
de extracción de piedra, tanques de agua, catacumbas, cementerio para las victimas de la
peste, refugio anti bombardeo y vertedero.
Acueducto Romano |
La existencia de la
Nápoles subterránea se relaciona con la
conformación morfológica y geológica de su subsuelo, compuesto de roca toba (en
italiano “Tufo”) , la cual tiene buenas características en cuanto a ligereza, friabilidad
y resistencia.
Los primeros cambios morfológicos del territorio napolitano, fueron obra de los
griegos en el 470 aC. Estas transformaciones han sido dictadas por las
necesidades de abastecimiento de agua, lo que llevó a la creación de tanques
subterráneos utilizados para la recogida de agua de lluvia, y la necesidad de obtener
materiales
de construcción para construir las murallas y los edificios de la antigua Neapolis .
Extracción del Tufo |
En los siglos siguientes,
la expansión de la ciudad dio lugar a la
creación de una nueva red de
abastecimiento de agua que se distribuía a través de una serie de depósitos
conectados a una red de túneles. Bajo el
dominio romano, el acueducto fue ampliado y mejorado, pero con el reinado Angioino,
en 1266, la ciudad experimentó una gran expansión urbana, y por supuesto, un
aumento significativo de la extracción de toba volcánica del subsuelo para la
construcción de nuevos edificios, lo que confirma la peculiaridad de que
Nápoles se generen a partir de sus
entrañas, donde los edificios están situados inmediatamente por encima de la
cantera que suministró el material de construcción y están directamente
comunicados a través de pozos .
Restos del Teatro Romano I-II siglo |
A influir de forma
decisiva e en destino del subsuelo napolitano, fueron, entre 1588 y 1615, algunas leyes que prohibían
la introducción en la ciudad de los materiales de construcción con el fin de
evitar la expansión descontrolada de Nápoles. Los ciudadanos, a fin de evitar
sanciones y satisfacer la necesidad de la expansión urbana, pensaron en
utilizar el tufo del subsuelo de la ciudad, aprovechando los pozos
existentes en los patios de las casa existentes, como puntos de acceso a las
galerías subterraneas; esto determinó la ampliación de los depósitos para el
agua potable aumentando su superficie. Este tipo de extracción que se llevó a
cabo, requería técnicas especiales para asegurar la estabilidad del subsuelo y
para evitar posibles repercusiones en la superficie.
Sólo en 1885, después de
una terrible epidemia de cólera, se abandonó el uso del sistema de distribución
de agua, con el fin de adoptar el nuevo acueducto, que todavía está en
funcionamiento.
Después de entrar en desuso,
las galerías subterráneas no tenían ninguna función es concreto, hasta llegar a
la Segunda Guerra Mundial, cuando se convirtieron en refugio para la población durante los
bombardeos.
El último uso que se dio
al antiguo acueducto subterráneo, fue durante la Segunda Guerra Mundial, cuando
ofreció refugio a la población durante los bombardeos, y por lo tanto se decidió
adaptar las estructuras del antiguo acueducto a las necesidades de este momento
histórico. Durante esta época más de diez mil personas vivían en el subsuelo
napolitano, dando vida a verdaderas “viviendas” con comedor y habitaciones. La “privacidad”
se obtenía mediante la utilización de cortinas que separaban los espacios interiores
de la zona mas “publica” de las galerías. Se establecieron en toda Nápoles más
de 400 refugios anti bombardeos.
Túnel Borbonico |
Después de la guerra, la
falta de medios de transporte y la idea de tener una gran superficie vacía en
el subsuelo, hizo que casi todos los
escombros fueron vertidos, de forma ilegal,
en el subsuelo, como si se quisiera enterrar con ellas, todos los
recuerdos de aquel triste período. Esta actitud, de la población , de tirar escombros y basura hizo que estas galerías
se convirtieran en una gran vertedero publico; y la costumbre siguió durante
muchos años después de la guerra, y concretamente hasta el año 1968, cuando se tuvo
consciencia de la importancia histórica que tenían y se decidió recuperar y
valorizar estos espacios subterráneos.
Túnel Borbonico |
Después de 20 años de recalificación
y recuperación hoy en día estos espacios representan un verdadero museo subterráneo
que ayuda a entender el desarrollo a lo largo della historia, de la ciudad de
Napoles.
Cementerio de "le Fontamelle" |
Túnel Borbonico |