El Parque Natural de Sierra Espuña, situado en la
Región de Murcia, entre Alhama de Murcia, Totana, Aledo y Mula, pertenece al
extremo oriental de la Cordillera Bética, dentro de la cuenca de río Segura.
El conjunto de la sierra engloba más de 25000 ha.
A finales del s.XIX, la sierra se encontraba en un
estado ecológico lamentable. En 1898, el ingeniero de montes Ricardo Codorniú
llevó a cabo la reforestación de toda la sierra. En 1931 es declarada conjunto
de interés cultural, y en 1992, protegida como Parque Regional.
La sierra está conformada por una serie de valles
secundarios, bosques, barrancos, arroyos, fuentes, cumbres y campos de
cultivo...
Plano de Sierra Espuña |
Topográficamente, el parque presenta tres zonas
diferentes:
La zona centro y Norte está constituida por los terrenos
que forman la cuenca del río Espuña, que cruza el espacio de Este a Oeste. Esta
zona presenta dos profundos barrancos: el del río Espuña y el río Leyva,
separados por la línea de crestas de
Collado Blanco, Morra del Majal y Morrón de Espuña (el punto más alto del
parque con 1580m), Collado Bermejor y Peña Apartada.
La segunda zona se sitúa al Sur de la anterior, y
está constituida por las cuencas del Barranco de En medio y la Rambla de
Algeciras. Ambas cuencas se separan por la divisoria que une Peña Apartada,
Puntal del Campanero y de los Albaricoqueros.
La tercera zona corresponde a Barranco de Gebas, en
el extremo oriental de la sierra, de indudable calidad paisajística.
Barranco de Gebas |
En cuanto a la flora de la zona, el pino carrasco es
la especie arbórea predominante, aunque en zonas altas predominan el pino
laricio y el negral. También se encuentran pequeños retazos de encinas,
quejigal y arces.
Acompañando las ramblas y proximidades de las
fuentes, también se desarrollan olmos, chopos y álamos, junto a una galería de
plantas arbustivas: madreselvas, rosales,zarzaparrillas...
El sotobosque se encuentra bien desarrollado en
algunas laderas y se compone de coscoja, lentisco, espino, enebro y madroño.
Las marcadas diferencias de carácter físico entre
laderas de distinta exposición solar son fácilmente apreciables en la cobertura
vegetal.
En las cumbres, la vegetación destaca por su
adaptación a condiciones meteorológicas extremas, y viene representada por el
piorno y la sabina.
La composición faunística es bastante variada. Entre
los insectos aparecen especies singulares características del macizo como la
mariposa Aricia Morronensis. Entre los anfibios destaca el sapo corredor y el
sapillo pintojo. La diversidad de la comunidad de reptiles incluye, entre otros,
al lagarto ocelado, la víbora hocicuda y la culebra bastarda.
Aunque las aves son el grupo mejor conocido. En las
masas forestales encontramos mitos y piquituertos.
Víbora Hocicuda |
Entre las rapaces, por el días, el azor; durante la noche, el cárabo y el búho real.
Los bordes del pinar y los setos son preferidos por escribanos, fringílidos y zorzales, y en ellos llegan a ser abundantes el águila calzada y el águila real.
La presencia de algunas de estas especies ha motivado la declaración de esta área como Zona Especial de Protección para las Aves (ZEPA), de importancia comunitaria en el ámbito europeo.
Águila Real |
Dentro de los mamíferos, por su tamaño y exotismo, es el arguí o muflón del Atlas la estrella del Parque. Siendo una especie no autóctona, introducida en 1970 con fines cinegéticos, ha crecido rápidamente, produciéndose la declaración de Reserva Nacional de Caza en 1973. Además de esta especie, las ardillas, lirones, jabalíes, ginetas y gatos monteses completan, en parte, la comunidad de mamíferos del Parque.
En
cuanto a las actividades deportivas de la zona, se pueden practicar la escalada
(en “las paredes de Leyva” y “el Berro”), la espeleología (en la “cueva Santa
Bárbara”, “la sima del Lames” y “la sima de la Higuera”), la caza (caza mayor,
especialmente del jabalí y el arguí) y la pesca (en el río Segura, embalse de
la Cierva, de Pliego, de Algeciras y el río Guadalentín).