La ciudad de Ávila presenta una fundación muy parecida a la
de Barcelona, puesto que las dos, a pesar de tener asentamientos anteriores,
fueron fundadas en época romana.
La elección del lugar, tanto en Barcelona como en Ávila, se
trata de una zona más elevada que el resto y, concretamente, en Barcelona cerca
del mar y en Ávila cerca del río.
Las ciudades romanas se articulaban mediante dos ejes
principales, que cortaban entre ellos ortogonalmente donde normalmente se
situaba el foro. En Ávila estas calles daban a antiguas entradas romanas que
ahora son la puerta de la catedral y el arco de los gitanos. Las calles
vertebradoras de la ciudad corresponden en la actualidad con la calle Vallespín
y con las calles Bracamonte y Caballeros.
A pesar de que Ávila desde la conquista romana presentara
muralla, la actual muralla data de la segunda mitad del siglo XII. En la
actualidad, existen dos sectores originales de la muralla romana, encajadas en
el cuerpo de la muralla construida en la edad media en el arco de san Vicente.
En los años posteriores, la ciudad medieval crece fuera de
las murallas alrededor de pequeñas parroquias que se forman, mostradas en el
dibujo anterior.
El inicio de la construcción de la muralla que presenciamos
en la actualidad data del año 1090. No obstante, la antigua muralla romana
presentaba las mismas proporciones pero tenía un perímetro algo inferior a la
actual.
De la misma manera que Barcelona a principios del siglo XX pretende
recuperar la Ciudad Vella para el turismo, Ávila pretende dejar la muralla
libre de casas adosadas para poder presenciar la muralla en su totalidad, que
no es conseguido hasta el año 1982.