dilluns, 14 de gener del 2013

Can Bertrand


Conforme nuestras ciudades van creciendo con el paso de los años es irremediable que zonas y elementos originalmente periféricos se encuentren sin quererlo en mitad de nuevos crecimientos o ensanches que alejan los límites de la ciudad. Algunos de estos elementos se convierten en puntos de nueva centralidad por su situación y/o singularidad. Éste es el caso de la antigua colonia de Can Bertrand en Sant Feliu de Llobregat.

Los hermanos Manuel y Joan Miquel Bertrand fundaron la empresa textil en 1862 y empezaron estampado telas de algodón con un par de máquinas. La empresa creció rápidamente gracias a la producción de hilo y en 1914 llegaron a tener cerca de 400 telares. Ante el crecimiento de la fábrica fue necesaria la construcción de viviendas para los trabajadores: las primeras, casas en hilera de planta baja + 1 con jardín posterior, se construyeron en 1874 y hoy en día se conservan perfectamente y son conocidas como “les casetes Bertrand”. En 1924 se llevó a cabo una actuación de mayor densidad, acorde a la llegada masiva de inmigración obrera de principios de siglo XX: se construyeron once bloques de planta baja + 4 unidos por una escalera exterior por cada dos bloques. Los “Pisos Bertrand” fueron considerados un adelanto a su tiempo por su estructura de hormigón armado y sus espacios de distribución abiertos.

Hasta hace pocos años la antigua fábrica se mostraba como una ruina decrépita de algo que hace muchos años perdió su sentido, un vestigio enquistado que impedía a la ciudad desenvolverse con libertad y colonizar terrenos descuidados. Sin embargo era necesario valorar el papel de éste elemento tan especial en la historia reciente de Sant Feliu. La solución tomada por la administración fue la misma que en el caso de la antigua fábrica Alchemika, vaciar el edificio para poder rehabitarlo. En ambos casos se catalogó la “fachada característica” como elemento a conservar y definitorio del nuevo edificio.


El proyecto para la rehabilitación de la gran nave de Can Bertrand se entregó en 2006 por el arquitecto municipal con la previsión de acoger la segunda biblioteca municipal de Sant Feliu. Las obras de rehabilitación fueron finalizadas en 2011 pero las estrecheces económicas han provocado un paro indefinido en el proyecto para la nueva biblioteca, dejando la antigua nave con una imagen renovada pero sin uso alguno. Aunque los ciudadanos no podemos usar el nuevo espacio sí que hemos ganado para nuestra ciudad la posibilidad de regeneración de tejidos que eran residuales y que ahora pueden crecer y conectarse libremente.